miércoles, 7 de marzo de 2012

PORCENTAJE 


Carentes, tal lo estamos, de absoluto, (que aquí brilla..., habitando un lejano “mas arriba”) la proporción de similares componentes es quien determina el estado y descalifica la sentida realidad

No existe la totalidad de “un algo”, ya que este contiene siempre otro algo de su opuesto
Nuestra pregonada individualidad es la alternante sumatoria de partes
Que a su vez solo son eso: partes
Tal, y como corresponde a los puntos integrantes de estos círculos de concéntricas ficciones

¿Qué grado de sombra le es a cada luz?
¿De miedo al amor?
¿De tristeza a la alegría?
¿De infamia a la honradez?

¿Quién posee el blanco? ¿Quién el negro?
¿Quién ostenta todos los colores? ¿............o ninguno?

Siendo la materia noventa y nueve por ciento de vacío, nada puede ser llamado lleno
Y la falta total de contenido nos es imposible

No habiendo extremos que liberen –por ser las únicas vías de escape-, solo participan, como alternativas, las infinitas situaciones intermedias

Nos es merecido ser un tanto de esto y varios otros de aquello. Solo eso, por ahora
Pobrecito (por carente, por pequeño) quien se suponga firme en su presente composición
Diez y ocho (18) veces podría modificar su sentir
Sí, dieciocho. Pero en un minuto
Un mil ochenta posibles situaciones de cambio, en una hora de un día cualquiera
Tantas como se pueden alterar (y alternar) las luces y las sombras, los colores, el ánimo y el   consecuente trato.     Agotador                                                                
                                                                                                                                                                                                           Agotadora inconstancia

No me acomoda mudar según las cosas vengan cayendo
Y, si esto me hastía, que lo sea en su totalidad
Claro que no es posible

Si solo de porcentajes se trata, entonces tomaré la mayor cantidad de lo mejor que la plaza ofrezca
Y de esto me mantendré tan lleno que rebalse, salpicando a todo apabilado que se sepa infeliz.


                                                                                         Filemón Solo

BABEL


Representación de la preponderancia personal.
Símbolo de lo precario de la unidad lograda por una ignorante soberbia
La justicia los dispersa, la tecnología los une
Babel, tiempo hace, se hubieron reanudado las obras

Cambiados los conceptos, ya no busca alcanzar el cielo
La ciencia decretó: ”no habrá flecha humana que llegue al firmamento”
(y explicó que cosa es el firmamento)

Ya no es torre que se eleve en ridícula pretensión

Babel es un hoyo

Antes precarias herramientas que pulsara el ego
Ahora modernos elementos -en nuestras manos para otros fines-, conducidos por una ausencia:
La de sabiduría

No es igual la consecuencia del error en primera instancia
No es igual al error por elección, al desacato
Mismos resultados. Distinta magnitud

La incomunicación absoluta, en medio del necio uso de la globalización
La dispersión, ya no por lenguas y razas, sino por individualidades
La sombra de la información que oscurece la comunicación
Y sus aullidos distrayendo la atención sobre cada didáctica consecuencia
No comulgan los criterios. Solo es la rutina del seguimiento a una sistémica creación humana

La hibridez cultural ha florecido sobre todos los canteros, ha prosperado en un dejarse estar
En un permitir el devenir desarticulado de los aconteceres interesados de presentes lucrativos
Milenios de ensayos sin consecuencia de unidad


El turista sobrevuela o pisotea, folleto en mano, el planeta en una ingenua compra de la ilusión
El profeta, faro de luz sobre un futuro tenebroso, está varado con su palabra
Fronteras del desinterés

Tal la torre, el foso llegó a su limite
Tal la torre, el foso acabó con la tolerancia
“El que tenga ojos.............”

El ciego continuará escarbando


                                                                                                   Filemón Solo