SI ME ATAS...
deberá ser muy sutil el cordel
que me sujete.
Tan tenue y delgado, que no note
yo su existencia.
Tan suave que no roce mi piel.
Tan largo y elástico, que jamás
limite mis movimientos.
Pero...
Tan fuerte y confiable, que nunca
se corte, impidiendo me aleje de ti.
Y sobre todo...
Tan sensible que, a través de él,
sienta yo el latido de tu corazón.
Filemón Solo