Exigente anhelo motivando el esfuerzo de la vida
Frente a una situación del todo imprevista -ya que
solo se pretende el gozo- y provista de dudas, locuras, temores y
padeceres
Todas arquetípicas tallas realizadas en la misma
atávica madera de anteriores y ajenas generaciones
De propias olvidadas encarnaciones
A la postre, solo brisa que sopla nuestras velas de
deriva por un corto tiempo y distancia.
Pero disturba
Deseo de plenitud y eternidad
Sí, hoy te tengo amor, en rostro, cuerpo y sentimiento
de mujer
Sí, hoy te tengo amor, en mis brazos, acunando al hijo
de la vida
Sí, hoy te tengo amor, frente al pocillo de café,
único obstáculo ante la figura de mi hermano, compañero de jornada
Insoslayable sensación del “semilleno”; o peor, del
“semivacío”
Notoriedad de lo que falta
Evidencia experimentada de una discapacidad tanto en
la recepción, cuanto en la entrega
No es verdad que el contento surja, espontáneo, con la
resignada valoración de saldos y retazos
Que lo haga de pequeñas luces de foráneas luciérnagas,
migajas de alegría
Valorarlas seria disminuirse; renunciando por
comodidad al áureo metal conformarse con sus reflejos
No es la conformidad estado que conduzca a la realización
No, es el desencanto, consecuencia de la falencia, el
impulsor del cuestionamiento salvador
El mismo punto de trascendente intuición que acusa la
falencia, evidencia el insulto del vacío subyacente en la carencia
No es el lanzarse a la ingenua carrera -siempre con
obstáculos- lo que saciará el ansia del vuelo
Vuelo natural, impoluto, diáfano; sin alteración del
aliento y sin retorno al suelo
El incomprendido grito del alma, produce temor, y se
silencia
El temor es la respuesta a lo ignoto
Es el temor quien cierra las ventanas y baja las
cortinas
Y ese grito, mudo ya, se pierde en el espacio cósmico
Oportunidad nuevamente postergada
El
secreto de la sublimación, potenciadora y purificadora, vuelve al remitente por
ausencia del destinatario
Mismo que se halla vacacionando en las playas de la
estupidez, sumamente “estrestenido”
Distraído y construyendo pequeñas obras de arena con
plásticas herramientas de vistosos colores
Pero se suman los tiempos de retraso
Bueno, no habrá manuscrito que no lea, ni
correspondencia que no abra. ¡Cuando los tenga!
En tanto, emulo menor de la distracción colectiva, busco la fortuna de la felicidad en la pobreza, de esa moneda que alguna amorosa mano le ofrezca a mi destino.